Casualidades de la vida esta tarde estoy viendo Syriana, la película de George Cloney y Matt Damon. En la misma se puede apreciar la batalla campal que día a día protagonizan intereses empresariales y territoriales por la lucha del crudo y el gas de ciertas partes del mundo. Y cómo la inestabilidad de los países de oriente medio, la sucesión de un emir o factores ajenos a nuestro país determinan el precio del crudo y las distintas consecuencias que tienen para los países que no tienen recursos petrolíferos ni gasísticos. España es uno de estos países, que cada vez que Oriente Medio tiembla España sufre un terremoto en los precios de la gasolina o el diesel, y lo que esto supone para familias y empresas, e incluso para la propia administración. Por ello el gobierno viene haciendo una apuesta firme por el desarrollo de las energías renovables, para reducir la dependencia de España frente al crudo. La medida 110 hará más seguras nuestras carreteras, reducirá las muertes en la misma, hará que nuestra factura energética ahorre 1400 millones de euros, potenciará el transporte público bajando sus precios (5% en el tren) y tendremos un aire más limpio. Ya conocemos la política energética y medioambiental del PP, solo hay que ver el aire de Madrid y cómo en Andalucía hemos reducido las emisiones de CO2 o estamos haciendo ciudades referentes en transporte público como Sevilla, o el inminente tranvía de la Bahía de Cádiz. Hoy el portavoz del PP de la comisión de medio ambiente en el congreso era entrevistado en la Cadena Ser, y por más que el periodista intentaba arrancarle alguna medida que propusiera en esta situación de emergencia, no era capaz de dar ninguna, solo críticas al gobierno, es a lo que nos tienen acostumbrados. El PP ante los problemas siempre se pone de lado, no es capaz de dar ni ofrecer alternativas a problemas tan serios y graves como este. Sin duda alguna, lo que más le preocupa al PP es que es una propuesta que solo tiene consecuencias positivas, se mire por donde se mire.
