El Presidente Griñán ha estado genial. Lo he escuchado en la presentación del anuario Joly 2011. Tras una presentación de Curro Ferraro sobre la situación económica en 2010 defendiendo los postulados más neoliberales de la doctrina económica y supeditando la validez de las decisiones económicas de un país al capricho de los tiburones de los mercados financieros, el Presidente Griñán con su habitual lucidez ha advertido que cuando nadie sabía del inicio y las repercusiones de esta crisis y cuando se acusa a los gobiernos de gobernar sin una hoja de ruta determinada ha puesto de manifiesto la volubilidad de la ortodoxia económica. Los vandazos de los gurús que defienden la supremacía de los mercados financieros sobre la política defendían a Keynes en 2009 y reclamaban que eran urgentes y necesarias las medidas de gasto y déficit para salvar los bancos y mercados y así recuperar la economía. Y claro cuando ya recuperados, lozanos y hermosos han seguido especulando e invirtiendo en paraísos fiscales ahora vuelven a recomendar austeridad, recortes y a mandar a John Maynard Keynes al baúl de los recuerdos como si fueran el muñeco de un ventrílocuo cualquiera. Lo que traducido resulta, la Junta de Andalucía ha trazado una línea roja protegiendo el estado del bienestar y advirtiendo que en Andalucía no se toca, lo que no ocurre en otras comunidades autónomas, y que durante la crisis no hemos sacrificado el estado del bienestar en beneficio de los tiburones de los mercados financieros que ven con avidez sectores públicos golosos para la privatización, como la educación, la sanidad o la dependencia.
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